EL SUEÑO DE VOLAR
Por Zadí Desmé
El
sueño del hombre por volar como las aves se remonta a tiempos impensables, ya
en La mitología griega la representa en una de sus historias donde cuenta como
el Rey Mimos confina en el laberinto de la isla de creta a Ícaro y su padre
Dédalo
Con
la intención de huir, Dédalo fabricó unas alas para él y su hijo. Las adhirió
con cera a los hombros de Ícaro y luego en los suyos, iniciando el vuelo que
los llevaría a la libertad. El padre había advertido a su joven e imprudente
hijo que no volara demasiado alto ni demasiado bajo.
No
obstante las advertencias de su padre, Ícaro fascinado por lo maravilloso del
vuelo se elevó por los aires desobedeciendo a Dédalo quien no pudo impedirlo.
Además, Ícaro se sintió dueño del mundo y quiso ir más alto todavía acercándose
demasiado al sol, donde el calor derritió la cera que sostenía sus alas, por lo
que las perdió. El desdichado y temerario joven acabó precipitándose en el mar
Existen
así como esta muchos tipos de historias y leyendas en las diferentes culturas de
nuestro mundo, Incas, egipcios, mayas entre otros, llegando a hacer referencia
a personajes de diversa índole con capacidad para volar como las brujas, que
tenían la habilidad de volar en una escoba. Sea cual fuera la razón, la semilla
del deseo de volar estaba plantada en la mente del inquieto ser humano.
En
el siglo XIII El monje inglés Roger Bacon concluyó que el aire podría soportar
una máquina, de la misma manera que el agua lo hace con un barco hecho que
trato de demostrar Da Vinci.
Leonardo
Da Vinci realizó diseños que, según los expertos, inspiraron la creación de la
hélice, el helicóptero, el planeador y el paracaídas. Además, concibió al
ornitóptero, un aparato con alas como las de un pájaro que se podían mover
mecánicamente. Para Da Vinci quien analizo la anatomía de las alas de las aves
y estudio la fuerza muscular del hombre pensó que esta podría permitir el vuelo
de sus diseños, lo cual resultó falso años después. Fue el primero en aplicar
por primera vez técnicas científicas para desarrollar sus inventos
Los
experimentos que fracasaron fueron los que intentaron imitar el movimiento de
las alas de las aves con paletas o alas movidas por los brazos de los hombres;
y los mayores éxitos y avances se alcanzaron con el estudio de los planeadores.
En general, los aportes de la época estuvieron enfocados a la aerodinámica y
estabilidad del vuelo.
La
primera ascensión de un aparato tripulado se produjo el 15 de octubre de 1783.
Se trataba de un globo diseñado sobre la base de los principios físicos descritos
por los hermanos Montgolfier. Esos principios afirmaban que un objeto podría
elevarse siempre que éste pesase menos que el aire atmosférico que le rodease.
Sabido que el aire caliente pesa menos que el aire frío, se construyó un globo
con una envoltura de tela y se calentó el aire de su interior. El éxito fue
inmediato, apareciendo numerosos seguidores que imitaron y mejoraron el
invento.
No
obstante, mantener el aire a una temperatura suficientemente caliente con
respecto al aire exterior planteaba un problema: al enfriarse, obligaba a
calentarlo de nuevo mediante algún método a bordo del globo, lo que significaba
hacer una hoguera en un espacio reducido y llevar suficiente leña u otro
material combustible. La solución estuvo al utilizar globos que albergaran en
su interior gases más livianos que el aire, y por tanto que no necesitaran
calentamiento. Uno de los gases que resultaba interesante era el hidrógeno, por
su facilidad para conseguirlo, pero su punto en contra era la seguridad: el
hidrógeno explosiona en contacto con la atmósfera, resultando por tanto de
difícil manejo y muy peligroso; no era útil en globos con superficie de tela y
con facilidad para romperse. El uso práctico del globo fue escaso. Se empleó
durante algún tiempo como medio para la diversión y también la observación,
especialmente en tiempos de guerra. En este caso, se ataba a tierra para evitar
que se desplazara; a este tipo de globo se le llamaba cautivo.
El
ingeniero aeronáutico George Caley en el siglo XIX hizo pruebas con cometas y
planeadores que transportaban a seres humanos, y diseñó un aparato en forma de
helicóptero propulsado por una hélice en el eje horizontal. Fue considerado en
Inglaterra como el padre de la aviación.
Es
Increíble como la Aviación ha ido desarrollándose en estas últimas décadas si
uno quisiera transportarse en el tiempo y remontarse al siglo XIX podríamos
conocer a destacados inventores europeos y ver cuán intrépido fue ese deseo de
volar como el francés Clément Ader (1841-1926) y el alemán Otto Lilienthal
(1848-1896).
Ader
invento un avión propulsado por un motor a vapor de 2 cilindros, llevándolo a
volar en sus primeras experiencias a 20 cm de altura y un recorrido de 50
metros, debido a que su nave no tenía cola y ningún control lateral, posteriormente
trato de crear una nave en forma de murciélago. Lo que hay que destacar en este
francés es que él fue el primero en denominar “avión” a este tipo de aparatos.
El
que realmente es considerado como el primer hombre que voló y aterrizo con
seguridad es el alemán Otto Lilienthal, quien desde joven tuvo una serie de
accidentes tratando de volar, cuentan que en una de estas aventuras se partió
las piernas al tirarse desde un molino con unas alas atadas a los brazos. Este
brillante ingeniero escribió un libro en 1889 llamado “el vuelo de las aves una
base para el arte de volar”, haciendo publica sus investigaciones en este
campo.
Aunque
no tuvo éxito en sus primero vuelos ya que la forma de obtener propulsión
inicial era tirándose de una colina y el control del avión dependía del balance
del conductor, pudo alcanzar los 25 metros de altura. Llego a realizar 2,500
vuelos planeados y murió en uno de sus intentos
Finalmente
un 17 de diciembre de 1903 en Carolina del Norte dos hermanos Orville y Wilbur
Wright pasaron a la historia al lograr elevarse durante 59 segundos a unos 260
metros de altura, en una aeronave más pesada que el aire propulsada por motor.
Gracias a esta hazaña son considerados mundialmente los padres de la aviación.
Fueron
grandes seguidores de Otto Lilienthal, a la edad de 30 años construyeron una
cometa biplano con un dispositivo que por cuerdas desde tierra alabeaba las
alas. El resultado fue satisfactorio. En 1890 escribieron al ingeniero franco
americano Chanute para pedirle consejo, y éste respondió, iniciando una
relación que fructífero considerablemente.
En
septiembre de 1900 volaron en Kitty Hawk (Carolina del Norte) su primer
planeador tripulado. Al principio se probó el prototipo con un peso equivalente
al del piloto, para luego insertar a uno de ellos en posición decúbito prono.
Como una cometa, tenía mando lateral por alabeo de las alas, pero también un
timón de profundidad por delante de las alas, careciendo así de superficies
verticales.
El
segundo planeador (Flyer II) ensayado en 1901, le sirvió para averiguar la
curvatura óptima del perfil de ala.
Aunque
los cálculos y experiencias de Lilienthal les habían servido como experiencia
observaron que no eran siempre fiables, por ello Orville hizo un pequeño túnel
aerodinámico para probar perfiles de alas. Después de probar con 200 alas
obtuvieron unos resultados más fiables. El tercer planeador (Flyer III)
realizado en 1902 logró superar 180m de alcance en un minuto.
El
próximo objetivo que se plantearon los hermanos fue insertar al avión un
propulsor, por lo que construyeron su propio motor: un cuatro cilindros en
línea de 12cV que probaron en 1903. También lograron desarrollar una hélice
suficientemente eficaz que tuviese un rendimiento aceptable. Ambos hermanos se
echaron a cara o cruz quien sería el afortunado en volar primero, y Wilbur ganó
la apuesta. El aparato llegó a despegar pero se encabritó y entró en pérdida.
El 17 de diciembre de 1903, ahora Orville Wright ante la presencia de cinco
testigos llegó a realizar un vuelo ondulante de unos 36 metros en 12 segundos,
despegando en unos 12 metros. Acaba de tener lugar el primer vuelo sostenido y
controlado de un aeroplano de la Historia. Perfeccionaron su invento y
consiguieron realizar un circuito cerrado en vuelo. Al año consiguieron
recorrer 38km.
El
ser humano en los últimos años ha alcanzado logros impresionantes en el ramo de
la aviación comercial, ni Da Vinci o los hermanos Wright se hubieran imaginado
verse volando a 10 mil metros en monstruos halados que llevan más de 800
pasajeros o en un transbordador espacial llegando al espacio, donde se está
iniciando un vuelo a las estrellas donde ningún hombre ha llegado jamás.
Hoy por hoy volar es algo cotidiano y normal, finalmente el hombre llego
a alcanzar ese sueño milenario, “Volar”
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