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miércoles, 5 de abril de 2017

La Santa Inquisición por Zadi Desme


La Santa Inquisición
Por Zadí Desmé
www.zadi.webnode.cl


Muchos cristianos y en especial los católicos nos hemos preguntado si realmente la Santa Inquisición cometió todas esas atrocidades que se le imputan en el pasado. Se ha escuchado diferentes historias sobre ella, algunas motivadas por personas interesadas en profundizar las raíces de su fe y por otras tan solo para hacer daño al catolicismo.
Existen muchos lugares históricos que muestran el paso de la Inquisición, uno de estos esta en Sur América, la sede de Lima creada en 1570, un recuerdo de la dura época del virreinato español en América; nos recuerda la importancia del catolicismo en la vida diaria de nuestros antepasados, un recordatorio de la fuerza e influencia del santo tribunal establecido por Roma a fin de castigar todo aquello que atentara contra la fe en Cristo. Movimiento histórico religioso solo comparable a las cruzadas.
Algunos historiadores han tratado de explicar el cómo y por qué se pudo asignar y concentrar tanto poder en una iglesia, para llegar al colmo de decidir quien vivía o moría, y lo más triste “Todo en el nombre de Dios”.
Hoy por hoy, vivimos una serie de cambios en la iglesia católica y a diferencia de los antiguos papados que solo fortalecieron el mantener una cerca casi infranqueable en temas que afectaban la estabilidad de la iglesia, han salido otros papas como Juan Pablo II que trataron de realizar cambios fundamentales, tanto es así que en junio del 2004 reafirmo el arrepentimiento de la Iglesia Católica por el escandaloso actuar de la Inquisición, es decir pidió perdón por los pecados cometidos desde el siglo XI hast
a el siglo XIX por los tribunales eclesiásticos.
Estos actos de redención y reconocimiento a los errores humanos del pasado sumado a los grandes descubrimientos de la ciencia y de una mejor información de nuestra historia en este planeta, han hecho que los ateos reafirmen su ateísmo y para los cristianos de mente abierta solo aumente su fe en la existencia de un Dios Universal y al cristianismo en general a revisar y adecuar sus postulados, es más los nuevos descubrimientos reafirman que la fe y lo científico no andan por caminos separados.
Pero como llegamos hombres y mujeres a creer en algo divino o sobre natural; es claro que desde que el hombre adquirió una conciencia o el uso de la razón, curiosamente a través de los misterios cotidianos de su vida, fue obligado a endiosar a objetos y fenómenos naturales como algo sagrado. El hombre necesitaba creer en esas cosas, para defenderse de las enfermedades, luchar contra sus enemigos, conseguir alimento, hasta para pedir que dejara de llover entre otras miles de razones, con el fin de protegerse. Eran fuerzas ocultas con las que no se podía luchar.
Todas estas creencias llegaron a formar un sin número de cultos alrededor del mundo durante miles de años, hasta que en el siglo III, finalmente el emperador Romano Constantino es bautizado por el Obispo cristiano de Cesárea, Eusebio, abrazando este movimiento religioso clandestino, movimiento que sus antecesores prosiguieron, castigaron y ordenaron matar a sus partidarios mediante una implacablemente acecho, creando así los pilares de la actual Iglesia católica, mucho más sofisticada y compleja probablemente de lo que el mismo Jesús hubiera deseado tener para sus seguidores.
Es así que personas ligadas y aferradas al poder a través del tiempo ven en la religión un instrumento de coacción contra la libertad de pensamiento, vale decir un medio opresivo contra aquellos que no seguían la voz del estado, tomando una herramienta del mundo católico, La Inquisición, creando a una de las instituciones más represivas e intolerantes de todos los tiempos. Tomando víctimas inocentes en Europa y América con el pretexto divino de salvar sus almas del fuego eterno del infierno.
Analizando históricamente algunos acontecimientos podemos ver que para algunos hombres de aquella época con acceso a los libros de ciencia La Inquisición marco una época de retroceso en los descubrimientos y la invención, consideradas como cosas del diablo.
Otro hecho importante de la época es que en el siglo XII se fundan las órdenes de los
Franciscanos y Dominicos dependientes directamente de Roma para predicar el evangelio y actuar en algunas regiones infectadas por la herejía, ocupándose principalmente de la educación y de las principales cátedras en algunas importantes universidades de la época.
La Inquisición estaba dividida en varias instituciones, que recibían ese nombre, como la inquisición Española, también conocida como el Tribunal del Santo Oficio, adoptada por los Reyes Católicos y La Inquisición dependiente directamente de Roma llamada la Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición, fundada para frenar el protestantismo. En 1965 el papa Pablo VI le dio el nombre de Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe y el papa Juan Pablo II ordeno excluir el adjetivo “sagrado”.
En la actualidad la Inquisición ha evolucionado y es llamada “Congregación para la Doctrina de la Fe”, considerada el ala dura de la Iglesia, tiene como función oficial difundir la doctrina y moral católica y defender aquellos puntos de la tradición cristiana que parecen estar en peligro de desaparecer como consecuencia de doctrinas nuevas no aceptables.
Es difícil entender para muchos católicos que una institución con tan oscuro pasado como esta, ligado a la oscuridad intelectual y la opresión en esa época se mantenga aun, para muchos la Iglesia católica debería haber cerrado y enterrado hace mucho tiempo este capítulo.
En resumen La Inquisición fue la respuesta del catolicismo a sus propios miedos, que comenzó a alejarse de sus origines, producto del tiempo en que se vivía; nos enseñó que pese a esa época terrible, existieron personas de fe, religiosos iluminados y mártires que no se apartaron de las enseñanzas de Jesús y que hicieron todo lo posible por demostrar lo que realmente significaba ser seguidores de Jesús, y a adaptar las enseñanzas de la biblia a tiempos modernos.
Nos deja como tarea a las generaciones venideras que es necesario que las autoridades eclesiásticas hagan cambios dirigidos a una iglesia moderna y abierta, que debe renovarse y buscar las respuestas en la simplicidad de sus orígenes. La hermandad Cristiana ha crecido en número así como su intelecto, hemos dejado de ser siervos que antes no tenían acceso a la lectura, somos seres que podemos cuestionar actos o ideas que no son justas.

Nuestros religiosos responsables de la conducción de la Iglesia deben fortalecer el nexo que alimenta la fe hacia la existencia de un Dios todo poderoso y el Hombre con ese ejemplo seguirlos llenos de amor, misericordia y bondad, buscando que nunca más se repitan los errores del pasado, como lo fue en la mal llamada Santa Inquisición.

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